Nos encontramos con una vivienda muy compartimentada de 180 m2 y dos balcones en la fachada principal.Se descubrieron muchas cornisas originales en falso techo tras los derribos, que mantuvimos y restauramos, respetando la generosa altura libre existente.La estructura original de madera estaba muy deteriorada, por lo que hubo que acometer varios refuerzos estructurales metálicos.Se decidió mantener la pieza principal de salón en fachada, y ampliar su sensación espacial mediante la continuidad visual de estancias hacia el fondo de la finca, gracias a elementos panelados correderos que permiten la privacidad o su apertura total, consiguiendo una visión completa de los espacios desde el fondo hasta los balcones.Un cubo de vidrio negro articula el espacio de transición desde la cocina hacia las estancias privadas volcadas a tres patios interiores, alojando un aseo y una hornacina iluminada hacia el acceso.